El bullying comienza con una pequeña falta de respeto.
Algunas personas con heridas emocionales buscan a otros para agredir. A estos individuos los llamamos bulleros. Un método que utilizan para seleccionar a sus víctimas es a través de pequeños actos de falta de respeto, como un roce intencional o un leve empujón.
Es importante responder a estas primeras señales con firmeza y seguridad. Si el bullero percibe que no eres una presa fácil, es menos probable que continúe con sus agresiones y buscará a alguien más vulnerable.