Debes tener ganas de gritar que sí.

Debes tener ganas de gritar que sí.
Después de unos días de haber ofrecido tu compromiso de matrimonio a tu amada, debes estar completamente convencido y emocionado.
Si las dudas aumentan, si tu relación se vuelve tensa, si descubres actitudes que no te gustan en tu pareja... Cancela el compromiso.
Debes casarte con quién tengas ganas de gritar que sí.