Invéntate tu propósito.

Invéntate tu propósito.
La pasarás más divertido cuando te hayas inventado tu propósito.

Puedes cambiar de propósito en cualquier momento.

Pero la ausencia de propósito hará que tu vida vaya de un lado a otro sin ningún sentido.
Sin un propósito no sabrás distinguir aquellas decisiones que te convienen.
Sin propósito comenzarás a reaccionar ante los eventos de tu vida en vez de ser tú el motor que genera los eventos.

Así que si te das cuenta que no tienes un propósito, invéntate uno.