Paga tus préstamos.
Casi nadie te prestará dinero sin cobrar intereses. El interés de un préstamo puede ser una cantidad enorme conforme pasa el tiempo.
Si tienes ingresos de tu trabajo o negocio, apresúrate de pagar primero los créditos que te cobran más intereses.
No tiene sentido ahorrar en una cuenta bancaria que te pagan el 3 por ciento anual y al mismo tiempo tienes un crédito que te cobran 45 por ciento anual. Pagar tu crédito matemáticamente es igual a ahorrar al 42 por ciento.