La sal de mar es necesaria en tu cuerpo.
El sodio es un mineral esencial que ayuda a regular la hidratación, la función muscular y la transmisión nerviosa.<br>
Si consumes grandes cantidades de agua sin reponer electrolitos, podrías diluir demasiado el sodio en tu organismo, lo que puede provocar fatiga, calambres o incluso afectar la función cerebral.
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Para evitar esto, añade una pizca de sal de mar en un vaso grande de agua (aproximadamente 500 ml) para reponer los minerales sin alterar demasiado el sabor ni exceder los niveles recomendados de sodio. Esta práctica es especialmente beneficiosa si realizas ejercicio prolongado, sudas mucho o sigues dietas bajas en sodio.