Tómate un día de descanso cada semana.
A veces, es difícil notar cuándo estamos agotados o estresados. Tomar decisiones importantes estando cansado puede ser arriesgado.
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Dedica un día a la semana para descansar y romper con la rutina. Usa ese tiempo para relajarte, distraerte y hacer actividades recreativas. Al final del día, notarás que tanto tu cuerpo como tu mente se sentirán renovados y que tus decisiones serán más claras y acertadas.
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No es casualidad que muchas religiones hayan establecido un día de descanso obligatorio. ¡Dale a tu mente y a tu cuerpo el descanso que necesitan!