Escucha, escucha y vuelve a escuchar.
Cuando quieras emprender o ya tengas tu negocio pregunta a tus clientes varias veces sobre lo que les gustó y disgustó del producto o servicio.
Avísales que su retroalimentación es valiosa y que sin importar lo que te digan no te vas a molestar.
Está información de muchos clientes te irá dando la guía hacia donde llevar tu negocio y tomar mejores decisiones.